Hace ya más de seis décadas, estudios científicos empezaron también a poner a prueba con éxito las propiedades antivirales de la carragenina. Así, diferentes ensayos, in vitro y en modelos animales, probaron su capacidad de inhibir distintos virus con envoltura, como el virus de la influenza B, virus herpes tipos 1 y 2, virus de la inmunodeficiencia humana, del papiloma humano, influenza A H1N1, dengue, rinovirus, hepatitis A, enterovirus y algunos coronavirus.

El proyecto se enmarca en las iniciativas que se desarrollan por el coronavirus, promovidas por el Ministerio de Ciencia de la Nación y el CONICET.