Agregó que las dos cabezas ‘funcionaban’ y hasta balaban.

Eso, complicó la vida de la ternera, que se extendió por 11 ó 12 horas, ya que tenía ‘dos mandos’ para un solo cuerpo.

Dumrauf manifestó que los veterinarios estaban sorprendidos, no por las dos cabezas, sino porque el animal nació con vida.