Explicó que desde la Dirección del Instituto nunca les consultaron acerca del devenir de la misma.

Sostuvo que uno de los argumentos principales que esgrimen para cerrarla, es que no puede trascender los muros de la cárcel para concretar las prácticas profesionalizantes que se exigen para la acreditación.

También se les dijo que la Jefatura Distrital ha pedido al Instituto que se aboque a incentivar las carreras basadas en ciencias ‘duras’ y tecnológicas, en detrimento de las humanísticas, como ésta.

Respecto a cómo se aplicaría el cierre, Pradas explicó que se les debe garantizar a los estudiantes que están transitándola, el poder terminarla, con lo que en marzo cesarían los profesores de Primer Año, en el 2024 los de Segundo, y así, sucesivamente.

En lugar de la tecnicatura en Trabajo Social, comenzaría a dictarse la Tecnicatura en Desarrollo de Software, con un equipo docente totalmente distinto.

Como los cargos son provisionales, se cambian los actuales por los nuevos.

Pradas desmintió que las prácticas profesionales no puedan ser cumplimentadas, ya que el universo existente dentro del Servicio Penitenciario es enorme. Familias, Cultos, Sanidad entre otras dimensiones se han abordado, señaló, en estos 10 años.

Destacó la predisposición del Servicio Penitenciario.

Señaló que en los próximos días tienen un encuentro con el Jefe Distrital, con el Consejo Académico Institucional del Instituto y están buscando la intervención de la Dirección de Educación Superior, que es la que debe dar el visto bueno final a lo que han definido previamente en Olavarría.

Finalmente, manifestó que hay chicos que han salido de la tecnicatura y están estudiando la licenciatura en la UNICEN, mediante la modalidad híbrida.

En otro punto contó que han recibido apoyo de graduados que están en libertad y ejerciendo su trabajo.