El Ministerio explica que la cocirculación de COVID-19 e influenza puede ocurrir particularmente en los meses de otoño e invierno pero que, a partir de las últimas semanas del 2021, la actividad del virus de la gripe se encuentra en aumento en el hemisferio norte y en algunos países de la subregión Andina y del Cono Sur, por lo que ante la dinámica actual de la circulación es probable detectar coinfecciones virales. Sin embargo, remarcaron que desde la introducción del SARS-CoV-2 en la región de las Américas, la actividad de influenza ha sido baja.

En ese sentido, el Ministerio de Salud de la Nación destacó que, durante el año pasado, la prevalencia de coinfección por influenza entre pacientes con COVID-19 ha sido estimada en un 0,8 %, aunque en el futuro esto puede variar en función de la transmisión y circulación de los diferentes virus respiratorios.

Desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en Argentina se detectaron y registraron en el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) 13 coinfecciones de SARS-CoV-2 e influenza. Otras 3 coinfecciones detectadas en las dos últimas semanas de 2021 fueron influenza A H3N2 y virus sincicial respiratorio, rinovirus y coronavirus humano estacional (HCoV-OC43), respectivamente.