En el marco del cuarto año de pandemia, sostuvo que "no cabe duda de que nos encontramos en una situación mucho mejor que hace un año, cuando la oleada de la cepa Ómicron estaba en su punto álgido y se notificaban a la OMS más de 70 mil muertes por semana".

No obstante, advirtió que desde principios de diciembre, el número de muertes semanales notificadas en todo el mundo ha ido en aumento.

En esa línea, recordó que en las últimas ocho semanas se registraron "más de 170 mil muertes".

Por su parte, reflexionó sobre las medidas adoptadas y dijo que “las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas han sido fundamentales para prevenir enfermedades graves, salvar vidas y aliviar la presión sobre los sistemas y el personal sanitarios”. Al mismo tiempo, se lamentó por la gran diferencia que existe entre países, ya que aquellas naciones marginadas o en vías de desarrollo, las herramientas para salvar a las personas no llegan.

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