Pese a la inminencia de la restricción, cientos de personas protestaban pacíficamente la tarde del lunes frente a la Casa Blanca por cuarto día consecutivo. Sobre las 6:40 p.m., las fuerzas del orden usaron gas lacrimógeno y balas de goma para tratar de dispersar la multitud.

Bowser decretó el domingo que un toque de queda regiría la capital a partir de las 11 p.m. y hasta las 6 a.m. del lunes, tras varios días de manifestaciones - que en ocasiones se tornaron violentas - suscitadas luego de la muerte bajo custodia policial de George Floyd, un hombre afroamericano, en Minneapolis. La Guardia Nacional también fue activada. Pero la restricción no impidió que los manifestantes que desde tempranas horas del domingo se congregaron frente a la Casa Blanca desobedecieran la orden de irse.