Luego del histórico triunfo del peronismo en Tandil dijo: “Desde 1987, que no ganaba el espacio, pasaron 38 años sin un triunfo”.

Sobre el relegamiento al segundo puesto a la LLA y al “Lunghismo” expresó: “Es una diferencia muy chica. Lo veníamos advirtiendo en la campaña. Vimos un desgaste evidente de la gestión local. Se había perdido la agenda de la gente”.

Sobre la participación ciudadana dijo: “Fue del 64% en la sección y un 62% en Tandil. Menor a lo que se esperaba”.

En cuanto a la lectura de los recientes resultados expresó: “Es un triunfo histórico. Producto de la polarización, el intendente Lunghi quedó en el medio. Además, se profundizaron los problemas, más allá del crecimiento de la ciudad”.

Al ser consultado acerca del cambio del mapa político expresó: “Es un proceso que llegó a su fin. Y en la provincia, por encima de todas las previsiones, no se esperaba que fuera así. Es una advertencia a la cuestión económica. Lejos de cambiar, el deterioro se acrecentó. Se le puso un freno a lo que venía sucediendo”.

En referencia al actual gobierno nacional sentenció: “Este modelo va a terminar mal. Me preocupa que la esperanza que tenían en el presidente se vuelva frustración y se derrumbe. Antes de que eso pase hay que hacer causa común. No puede ser que las diferencias se conviertan en guerras y violencia”.

Finalmente, sobre el futuro, aventuró: “Estoy pensando en una intendencia en 2027. Las perspectivas son muy buenas”.