Solicitan la elevación a juicio de la causa del cementerio
La fiscal Paula Serrano busca que se juzgue por “asociación ilícita” a un hombre y a una mujer empleados municipales. La misma acusación pesa sobre dos hombres: uno que es olavarriense pero vive en Azul, y otro que el año pasado fue condenado en un debate por intentar robar placas de bronce en ese cementerio.
A través de lo investigado se menciona que los cuatro encausados cometieron graves hechos en el Cementerio Municipal de Azul. Ahora, un juez de Garantías tiene que resolver si da lugar a la requisitoria de elevación a juicio de este sumario penal.
El diario El Tiempo publica que están señalados como los integrantes de una organización delictiva que cometió diferentes ilícitos en el Cementerio Municipal de Azul, entre los cuales se menciona en una causa penal saqueos de bóvedas y desapariciones de cadáveres; una fiscal pidió que tres varones y una mujer sean juzgados.
Edberto Rodolfo "Papín" Canosa, un olavarriense radicado en Azul que está jubilado y actualmente tiene 69 años, es uno de los imputados.
Lo mismo sucede con un bolivarense que también vive en Azul y se dedica a la construcción, identificado en estas actuaciones penales como Gustavo Alberto Perrone.
De 55 años, ese hombre había sido uno de los dos condenados en un juicio oral cuyo veredicto se anunció en julio del año anterior.
En aquel debate fue declarado coautor de un intento de robo de placas sucedido en el Cementerio Municipal de Azul el 22 de marzo de 2022; ese mismo día, mediante intervención policial, resultó aprehendido.
Ese fallo para Perrone luego sería ratificado por la Cámara Penal, a través de una resolución que se dio a conocer en septiembre de 2024.
Pero como todavía no adquirió firmeza lo decidido en esas dos instancias judiciales, la pena única dictada para el hombre oriundo de Bolívar —consistente en la ya mencionada sanción de un año y seis meses de prisión de efectivo cumplimiento— aún no se ha ejecutado y, por lo tanto, continúa en libertad.
De 54 años, María Leticia Giammátolo es una de las empleadas municipales también investigada por esta serie de ilícitos sucedidos en el cementerio, al igual que un hermano suyo llamado Néstor Antonio Giammátolo.
Apodado "Juan" y de 51 años, a diferencia de su hermana —que, según lo informado, continúa en el Cementerio Municipal— ese hombre ahora está en el área de Servicios Públicos de la comuna.
Además de que esos tres varones y la mujer figuran acusados del ya mencionado delito de asociación ilícita, la fiscal que instruyó esta causa considera a Perrone y al menor de los hermanos Giammátolo coautores de fraude en perjuicio de la administración pública (cuatro hechos), usurpación (dos hechos) y hurto, en concurso real.