El funcionario indicó que los requisitos no son duros. Primero, destacó, tiene que haber ganas de darle un hogar a los chicos y esto no debe confundirse con la aspiración personal de cada ser humano, válida, de ser padre o madre.

El magistrado explicó que las condiciones socioeconómicas son relevantes, se estudian y se tienen en cuenta, pero mucho menos que lo primero expresado: las ganas de dar un hogar.

Detalló que si se buscan niños de hasta dos años, solos, sin hermanos, es muy difícil que se pueda dar; por eso hay listados de espera con muchas familias, pero porque tienen voluntad de adoptar solo niños y niñas con estas condiciones.

Aclaró que hay unos 100 chicos en la provincia, de entre 10 y 17 años, en condiciones de ser adoptados, pero las parejas que se inscriben y apuntan a esta franja etaria no pasan del 1% del total del listado.

Finalmente, Arrondo señaló que hace algo más de un mes su juzgado se sumó al programa de cuidadores familiares, que apunta a dar un hogar a adolescentes de 16 y 17 años que están cerca del fin de la guarda estatal.

Se trata de un programa que puede, o no, ser convivencial, pero que busca integrar a los chicos con referentes afectivos hasta la mayoría de edad.