En una especie de introducción a la entrevista, la coach dijo: “Es importante reflexionar sobre la escucha. Vivimos en tiempos muy rápidos. Es bueno detenernos a escucharnos, tanto a los demás como a uno mismo. Es apreciar la esencia de vivir. Escuchar la mirada, los gestos, etc.”

Al consultar sobre la escucha activa en el ámbito laboral, dijo: “Es fundamental tener comunicación en los equipos de trabajo. En mi experiencia como líder de equipos hay que ser claros, porque hay estructuras y mensajes que no son claros. Hay que tener claro el propósito, los objetivos y las metas. Ser empáticos con los demás. Escucharlos para llegar a los desafíos. Teniendo eso en claro y pudiéndolo comunicar, llegaremos lo más rápido a los objetivos.”

Sobre las falencias laborales expresó: “La mayoría tienen que ver con la comunicación. Hay que resolverse con conversaciones ‘incómodas’. Hablar porque así se empiezan a resolver los conflictos, siempre y cuando las partes tengan diálogo y haya interés de acuerdo.”

Y prosiguió: “Es importante en estructuras grandes que el líder tenga claro el propósito y la visión, que permita hacer. Que sea una enseñanza que antes fue aprendida por el líder. Porque hay que darle lugar al otro así el líder puede seguir en otro nivel.”

En cuanto a las herramientas de un coaching: “Aportar claridad sobre la situación en que está y adónde quiere llegar. Se transitan emociones y hay que abordarlas. Al detectar la realidad actual y la realidad ideal, podemos empezar a crecer.”

Respecto a las personas que van a contramano de lo que anhelan, reflexionó: “Tiene que ver con la palabra del ‘otro’. Hay que separar lo que me dicen de aquello que quiero. La palabra debe construir. Hay que tener roles definidos, con un liderazgo eficiente. Esto se reproduce en todo ámbito.”

Siguiendo en esa línea expresó: “Los líderes podemos ser todos. Desde nuestra vida y proyectos. Pero no debe haber mentalidad de incapacidad, de tropiezo o de resultados inmediatos. Todo requiere procesos.”

Fue muy clara al referirse a la comunicación consigo mismo: “Todos transitamos el síndrome del impostor, no sentirse suficientes para...”. Generalmente, en los procesos de cambio o de proyectos nuevos viene ese síndrome y hay que detectarlo y enfocarse en las habilidades y las fortalezas. Allí conectamos con uno mismo, y es poder y confianza.

Finalmente, sobre las relaciones laborales y cómo afecta su entorno, dejó conceptos muy aprovechables: “Hay que hacer un corte, aunque sea difícil; empezar por el reconocimiento de las emociones, desconectarse de lo que vivimos y no llevar del trabajo a casa. Podemos leer, meditar, utilizar recursos para desconectarse”, concluyó.