Luego del acto inaugural realizado en el Salón Rivadavia este lunes al mediodía, comenzó el Tercer Congreso Educativo Regional, organizado desde la Jefatura Regional de Educación y con la participación de docentes y referentes educativos del centro bonaerense.

En el marco de esta edición, se expresó Julio Benítez, jefe distrital de Educación, en diálogo con la Unidad Móvil de LU32:

“Entre todos los objetivos, el más importante es el de poder hacer una pausa, de encontrarnos, de compartir experiencias, de aprender, de formarnos. Eso es lo más importante de un congreso: de este tercer congreso y de los anteriores”, señaló.

“Estamos felices de poder seguir concretándolo año a año y, además, porque tenemos diversidad de propuestas a lo largo de estos tres días”, celebró.

Además, se refirió al número de participantes:

“La cifra es superior a los 500 docentes. Todavía me falta chequear la inscripción de mañana, pero hay mucha gente participando. Y no solo son docentes: hay auxiliares participando, hay estudiantes participando, hay familias participando. La verdad es que es amplia la participación, el abanico de las personas que pasan por este congreso”, expresó.

En sintonía, también dialogó con la Unidad Móvil de LU32 la directora de Cooperación y Participación Comunitaria de la provincia, Rosana Merlo:

“La idea es trabajar entre familias y escuelas, fortalecer el vínculo entre comunidad y escuela. Nosotros siempre decimos: la escuela sola no puede; la escuela tiene que estar entramada con su comunidad, y para poder estar entramada con su comunidad no lo podemos hacer desde la teoría, lo tenemos que hacer desde la práctica”, analizó.

“Las cooperadoras escolares en Olavarría son fuertes, son muchas; hay mucha familia comprometida con sus escuelas, con las escuelas de sus hijos, y la verdad es que queremos fortalecer ese trabajo, queremos escuchar la demanda que hay, porque sabemos que hay situaciones en las que tenemos que mejorar. La gestión no acostumbra a esconder los problemas bajo la alfombra, sino a tomarlos, a intentar resolverlos, y sabemos que solos no podemos y que la escuela es de la comunidad, por lo tanto tenemos que escuchar a esa comunidad”, detalló.

“La idea es hacer talleres con los cooperadores y con los directores, que son claves en este sentido, porque son los asesores de las cooperadoras, pero que conducen la institución educativa, para que ese entramado entre la escuela y la comunidad no se genere con conflictos, sino con las tensiones lógicas de un entramado comunitario, porque no hay que asustarse de las tensiones, pero tenemos que encontrar los espacios donde se tramiten esas tensiones. Y la cooperadora y el espacio de la escuela abierto a la comunidad es un espacio donde se pueden tramitar esas tensiones lógicas de una construcción comunitaria. Así que venimos a eso”, concluyó Rosana Merlo, directora de Cooperación y Participación Comunitaria de la provincia.