Las calles y avenidas con semáforos son el punto de encuentro para muchas personas, especialmente jóvenes que encuentran en el arte, como el malabarismo, actos circenses o simplemente un mimo o payaso, la manera de ayudar a su economía o directamente una fuente de ingresos.

Es el caso de Luisina, una joven de 27 años que, en la esquina de Avda. Colón y España, realiza su destreza y, ante la consulta de la unidad móvil, dijo: “Es una pasión; lo hago desde hace unos diez años. También clown, circo, hago varias cosas, etcétera”.

Sobre la respuesta de la gente dijo: “Siempre buena, con aplausos; aportan y les gusta”.

Además contó: “Me gusta producirme, estar en varios lados, como centros culturales y otros lugares”.

En la misma esquina, una casual automovilista, al consultarla, expresó: “Está muy bueno lo que hacen; son jóvenes y es bueno que lo hagan, antes de otras cosas malas”, remarcó.