Acerca del documento de la IA en el sector público contó: "Estamos viendo que la IA está para cambiar el paradigma de cómo estamos trabajando. Al Estado le cuesta más adaptarse y buscamos espacios de colaboración con los gobiernos y que sea un servicio al ciudadano. Tratamos de contextualizar y dar recomendaciones sobre cómo actúa la IA en el Estado".

Y continuó: "Hay que establecer reglas claras, ámbitos de trabajo que apliquen la IA. Por ejemplo, el uso de datos en la salud, etc. Ser conscientes de que la IA transparenta esos datos".

En ese sentido remarcó: "Otro punto clave es tener equipos preparados. Personal capacitado en nuevas tecnologías. Es muy importante atraer los talentos necesarios y que los beneficios sean, primeramente, para la gente".

En referencia a su aplicación actual expresó: "Si bien no hay una política nacional al respecto, se están incorporando algunas iniciativas para las provincias argentinas. En Neuquén, por ejemplo, se está trabajando en varios aspectos; en Mendoza, para actuar rápido en cuestiones sanitarias; en Chaco, con análisis clínicos donde se reciben vía WhatsApp los resultados y la gente no tiene que trasladarse para buscarlos".

Consultada sobre la utilización en cuestiones de corrupción manifestó: "Abordamos la importancia de los datos accesibles a la ciudadanía y así actuar mucho más rápido. La IA potencia todo esto. La IA no debe tener la decisión final. La responsabilidad es del humano".

Por último remarcó el desafío que conlleva esta herramienta: "La ética del ser humano. Es un tema social, no tecnológico. Hay que construir sobre la base de mejorar la gestión pública, para tener un Estado más eficiente y ágil; pero un funcionario es el mayor responsable", finalizó.