Comentó que desde la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares se empezó a pedir documentación, como personería jurídica, alta vigente, tener las rendiciones al día, y que hubo bibliotecas que se les comunicó que no podían acceder al subsidio porque no cumplían con los requisitos, medida que llegó hasta varias de Olavarría.

El problema, dijo, es que el trámite es demasiado burocrático. Explicó que se elevó una carta para que se tenga en consideración a todas las bibliotecas populares, debido a la coyuntura del país, “donde cada libro vale carísimo”. “No vamos a tener material actualizado para chicos y chicos que concurren. Va a ser un perjuicio muy grande para las instituciones y la comunidad”, advirtió.

En relación a la situación, mencionó que algunas están tratando de reunir la documentación correspondiente, mientras que otras están esperando saber cuándo se les va a depositar el dinero, lo que implica un problema porque les imposibilita organizarse con tiempo.

Incluso en este punto existe un inconveniente, y es el monto que se destina. En años anteriores, se permitía a dos personas asistir, debido a que “la feria no es un paseo”, aseguró. Ahora, el dinero solo alcanzaría para una persona, y a cuenta gotas.

“No es un gasto comprar libros en la Feria, son inversiones destinadas a la comunidad. Están haciendo todo muy complicado para las Bibliotecas Populares”, reflexionó.

Agregó que a esto se suma a la incertidumbre por saber si el Gobierno Nacional brindará la ayuda económica que se da cada año para los gastos corrientes de las bibliotecas.