Dijo que Hernán asistía a Talleres protegidos y que  hace más de 20 años que lo conoce, en principio de cruzarlo en la ciudad y luego en los talleres.Dijo que era parte del paisaje de la ciudad.

Para el taller es algo terrible porque incluso el miércoles falleció otro operario del taller, pero dijo Hernán era distinto por su personalidad.

Recordó que cuando se inauguró el hogar él lo recorrió todo y al final le dijo que quería vivir en ese hogar y estaba muy feliz.

En septiembre pasado cumplió los 50 años y su familia se lo festejó en la peña de Boca.Siempre destilaba alegría, aunque llegaba enojado al taller en los últimos tiempos porque estaba en una casa de abuelos y no se sentía del todo cómodo, porque en su interior era un niño.Su falta se va a notar muchísimo su falta.

El era diabético, debía cuidarse en las comidas pero más allá de eso, estaba muy bien.Solo la semana pasada había tenido gastroenteritis pero no tenía otra afección.

Pidió recordarlo con alegría.El paisaje de Olavarría lo va a extrañar alentando a Boca o al Chueco Romero

Sus restos son velados en la sala de calle España 2942 este sábado desde las 9 y serán cremados en el Crematorio Pinos de Paz a las 12.