‘La Cultura también es trabajo’, afirmó, y por ahí el vecindario no lo entiende.

Agregó que como el Estado Municipal no los protege, además de no promoverlos, el vecino alerta a Control Urbano por ruidos. La última vez, señaló, fueron denunciados a las 23:45 de un sábado.

Tropea aclaró que subsisten por la cantina, pero no es el ánimo de lucro lo que los mueve.

Señaló que el fin es que se muestren los artistas, reconocidos y que recién comienzan.

Agregó que les piden a los concejales que expliquen en qué están en desacuerdo, y que les parece que han quedado en medio de una puja política.

Reveló que en el caso de Chamula son 14 personas que lo integran y ninguno vive de eso.