El curso organiza diariamente la información sobre el armado de la Huerta. Para ello, realizan una serie de tareas previas, como establecer la correcta ubicación de la misma, preparar e identificar el tipo de tierra y su acondicionamiento, eliminar la maleza, airear y abonar. También la selección de semillas, técnicas de riego y cuidados con el objetivo de obtener una tierra sana que produzca vegetales saludables.

Al respecto, Emanuel Tosoratti, oficial que coordina las capacitaciones formales y no formales de los internos, explicó que “dentro de los beneficios de la huerta orgánica se encuentra el acceso a productos saludables, el estímulo hacia la actividad y educación de los participantes, la conexión con la naturaleza y la actividad física, así como también combatir el sedentarismo y el estrés”.