De los datos recogidos se ha podido evaluar que una persona adulta para no ser indigente debería percibir un ingreso mensual de $3630,16  (unos $65 más que el registro en marzo pasado, variando de $3402 a $3794 según el sector de la ciudad relevado) y para estar por encima de la línea de la pobreza debería contar con ingresos por $8966,48 ($159 más que el mes  anterior).

Con estos mismos datos, se realizo el cálculo de la Canasta Básica de Alimentos para un grupo familiar constituido por dos adultos y dos menores, dando como resultado la suma de $11217,18 (unos $200 más que en marzo), y la Canasta Básica Total, es decir los ingresos que deberían percibir en dicho hogar para no caer por debajo de la línea de la pobreza asciende a los $27706,44 ($494 más que en el mes anterior).

En la medición promedio de la ciudad, con respecto a los datos recogidos en marzo, las canastas crecieron un 1,81%. El aumento interanual fue del 70,8%  y este año, el acumulado hasta abril da un 14,38%.
 
Las carnes tienen una participación en la composición de la Canasta del 36% del total; la harina y sus productos derivados: 23%. Mientras que frutas y verduras tienen una participación del 23%; la leche 8% aproximadamente; y el resto de los productos insumen alrededor del 10%, correspondiendo a arroz, dulces, queso, bebidas y otros comestibles.