Mientras que las restantes oscilan entre los 20 y 30 mil pesos para casos que presentaban un valor de alcohol en sangre entre 0,5 y 1 g/l en promedio, con inhabilitaciones para manejar entre los 6 y 12 meses, según establece la ley.

Los controles de alcoholemia se llevan delante de manera habitual, tanto de manera diurna como nocturna, con el objetivo  de generar mayor concientización sobre los riesgos que conlleva el consumo excesivo del alcohol y prevenir siniestros viales.

Desde el Municipio, más allá de los niveles permitidos, se hace hincapié en tolerancia cero al volante, porque debe considerarse que aún en concentraciones menores el alcohol produce importantes consecuencias en el organismo, generando alteraciones en el comportamiento y disminuyendo la capacidad de capacidad de conducir de manera idónea.

En todos los casos, el consumo excesivo provoca consecuencias, sobre las funciones psicomotoras, sobre la visión del conductor y sobre el comportamiento y la conducta.

El conductor experimenta un falso estado de euforia, seguridad y confianza en sí mismo, apareciendo un desprecio por el peligro y una tendencia a transgredir las normas.