Manifestó que estuvo en Córdoba donde tiene un amigo, en el que el intendente de ese pueblo había empezado a destruir caños de escape, por decreto.

Después se enteró que Tres Arroyos, en Azul, también los intendentes empezaron a secuestrar motos, a sacar los caños de escape y a destruirlos, sostuvo.

Recordó que él ha trabajado muchos años en el Concejo y que cualquier vecino puede presentar un proyecto “siempre que sea coherente e hice en base a lo que más o menos sabía”.

Indicó que existe una ordenanza sobre ruidos molestos, pero no es específica de caños de escape.

Especificó que la ordenanza a nivel local fue modificada por los concejales de la Comisión de Seguridad.

Añadió que los ediles le explicaron que era un compromiso para el municipio porque por allí cuando le devuelven la moto le encuentran rayada, le falta alguna pieza o algo y el municipio se podría comer un juicio.

Entonces se definió que se pare al infractor, se lo notifique pero no se le secuestre la moto en la primera oportunidad.

En la segunda parada, si no lo modificó o no lo reparó va a ser secuestrado.