Vazzano, que estuvo al menos 20 días preparando todo, usó sus redes sociales para agradecer a todos los participantes del remate: desde los propietarios hasta el último de los compradores.

Puntualmente a las 14:30 se inició la subasta, con decenas de personas que recorrían los lotes desde las 10, que se abrió el portón de acceso por calle San Martín (al lado de la vieja LU32, que estaba abierta ya que contenía algunos elementos que salían a la venta).

Fue incesante el ir y venir de compradores y curiosos. Las posibilidades de pago y retiro eran instantáneas, o también podía uno hacerse del elemento este domingo por la mañana. Algunos lotes especiales, tenían chance de pago a 30 días.

Vazzano le imprImió ritmo y velocidad. Al llegar al lote que había concitado atención nacional, el de la sala de conferencias que lucía armada y se tenía que ver a través de una ventana, no hubo oferentes, con la base de 12 mil dólares que se había fijado.

En el desarrollo de la subasta, el propio Vazzano indicó que se podrían poner a remate en una próxima oportunidad.