Advierten sobre el aumento de casos de gonorrea en jóvenes
La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) alertó sobre el aumento de esta enfermedad en jóvenes de entre 15 y 24 años, principalmente por la falta de cuidado en las relaciones sexuales.
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La gonorrea es una Infección de Transmisión Sexual (ITS) frecuente y, en Argentina, ha mostrado un aumento significativo en los últimos años, especialmente en jóvenes: desde 2023, las estadísticas indican que el 40% de los casos se da en jóvenes de entre 15 y 24 años.
Es causada por una bacteria y se contagia mediante el contacto sexual. La gonorrea puede ser un factor de riesgo de otras enfermedades si no se trata con inmediatez.
La gonorrea puede afectar los genitales, el recto y la garganta. Muchas veces no presenta síntomas, pero puede generar complicaciones graves como infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica y mayor riesgo de adquirir VIH.
Su prevención es sencilla y accesible y es la misma que se recomienda para todas las ITS y para evitar embarazos no deseados: usar preservativo durante las relaciones sexuales.
En Argentina, su vigilancia epidemiológica es clave para la salud pública. La detección temprana es fundamental para implementar estrategias de prevención y asegurar tratamientos efectivos. Usar preservativo, hacerse controles y consultar ante síntomas son medidas clave para el cuidado personal y de otras personas.
Los síntomas
En la mayoría de los casos, esta ITS no presenta síntomas, pero puede detectarse ante los siguientes signos de alerta en mujeres y personas con órganos sexuales femeninos:
ardor al orinar; dolor durante las relaciones sexuales; flujo vaginal aumentado; sangrado entre dos ciclos menstruales; dolor abdominal.
En tanto, en varones y personas con órganos sexuales masculinos, pueden darse los siguientes síntomas:
ardor al orinar; secreción blanca, amarilla o verdosa por el pene; dolor o inflamación testicular (menos frecuente); necesidad de orinar con más frecuencia; picazón en el ano;
La gonorrea, al ser causada por una bacteria, se puede curar por antibióticos, pero su diagnóstico temprano es fundamental para que el cuadro no se agrave.