DIB-El objetivo de la Casa Rosada es aprovechar la nueva correlación de fuerzas que surgirá en el Congreso a partir del 10 de diciembre, cuando asuman los diputados electos. Con la suma de La Libertad Avanza (LLA), el PRO y la UCR, el oficialismo contará con unos 107 legisladores propios y aliados, a los que podría agregar otros seis radicales cercanos. De este modo, necesitaría solo 13 votos adicionales para aprobar el Presupuesto.

Con la nueva conformación del Congreso, el oficialismo tendrá en la Cámara de Diputados, junto a los bloques aliados, la primera minoría.

Los bloques opositores habían aprobado el 8 de octubre un emplazamiento con el cronograma de audiencias, que establecía que el 11 de noviembre se tratara el Presupuesto 2016 en el recinto para que pudiera discutirse en el Senado antes de la finalización de las sesiones ordinarias.

El peronismo quería mantener la fecha del dictamen pero a la vez reconoce que hay bloques dialoguistas dispuestos a acordar una nueva citación para que se trate con la nueva composición el cuerpo.

El Gobierno tendrá a partir del 10 de diciembre 107 legisladores entre la LLA, PRO y la UCR, y podrá contar con otros 6 diputados radicales cercanos al oficialismo, con lo cual necesitará solo 13 legisladores para aprobar el Presupuesto 2026.

En los últimos días, el bloque libertario inició conversaciones con los sectores dialoguistas para postergar el debate del Presupuesto y discutirlo durante las extraordinarias, ya con la nueva composición parlamentaria. La oposición había previsto su tratamiento en noviembre, pero el Ejecutivo busca “ganar tiempo” para conseguir apoyos y asegurar una sanción sin sobresaltos.

“El compromiso es avanzar con un Presupuesto ordenado y consensuado. Con el llamado a extraordinarias buscamos mayores acuerdos”, señalaron desde el entorno del ministro del Interior, Lisandro Catalán, quien coordina las negociaciones junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Además del Presupuesto, el Gobierno planea incluir en el temario las reformas tributaria y laboral, iniciativas que integran la agenda del Consejo de Mayo, el espacio donde se diseñan los proyectos que el Presidente considera clave para “sacar al país adelante”. Estas propuestas cuentan con el respaldo del empresariado, pero despiertan fuerte resistencia en el sindicalismo.

“La intención es seguir sesionando de corrido, parar solo en Navidad y Año Nuevo”, deslizaron fuentes cercanas al titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, en línea con la estrategia de mantener la actividad legislativa durante el verano.