Mas allá del estigma que tienen los habitantes del barrio, ella dijo verse sorprendida por la capacidad de trabajo y las ganas de superarse y mejorar su calidad de vida de los vecinos.

Explicó que hay un sector que no cumple con esto, pero que está relacionado con consumo problemático de drogas.

La mayoría, sostuvo, quiere quedarse en el barrio, pero mejorando sus condiciones.

En otro orden, manifestó que es complicado poner en marcha las medidas de prevención, sobre todo lo relacionado con el aislamiento, debido al hacinamiento que muchos padecen en sus viviendas.

Detalló que es muy importante el compartir en la vida cotidiana del barrio, donde viven 50 mil personas, pero que ha visto que se ha cortado el mate entre vecinos y otros ritos que se daban.

Finalmente, explicó que ellos están auxiliando al personal de salud que realiza los test y la capacitación a los vecinos del Barrio, ya que los conocen y conocen el barrio.

Destacó que la búsqueda es familiar y puerta a puerta dentro de la villa, y que los testeos se hacen sin necesidad de salir de la misma.