El encuentro propone juntar a más de 108 personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, para saludar al sol siguiendo una tradición que cuenta que en la India cada 1º de enero las personas van a lugares naturales en busca de espacios donde se pueda ver al Sol al amanecer y hacen 108 Saludos, creyendo que la voluntad y la energía que han puesto en movimiento en este trabajo les brindará un muy buen nuevo ciclo pleno de logros.

Esta actividad, organizada de manera conjunta por la Dirección de Deportes Municipal y la profesora de Yoga Vital Sandra López, profesores e instructores de Yoga Vital (co-organizador del evento), junto con el grupo de alumnas de yoga de la Municipalidad de Olavarría, tiene la intención además de que sea un evento solidario y que cada participante lleve un alimento no perecedero para  colaborar con dos comedores de Olavarría.

Ceremonia del Saludo al Sol

La práctica se realizará en círculo, en torno a la tradicional ofrenda de flores, frutas e incienso. Luego se dispondrán las personas que harán el saludo, que deberán llevar colchoneta o manta, y alrededor de estas, quienes quieran participar sin hacer la práctica, a fin de apoyar y contener energéticamente, teniendo en cuenta que este es también un trabajo interno y que se puede estar saludando al Sol desde la actitud interior.

Con el objetivo de año a año ir sumando y renovando logros en este segundo encuentro se propone que toda persona que quiera lleve una cajita que en su interior contenga los deseos para el 2013. Estas cajitas serán ubicadas en el sector del mandala de las ofrendas y serán retiradas por cada dueño luego de finalizada la práctica con el propósito de dejarla cerrada hasta el próximo fin de año.

El Sol es la máxima representación del Maestro, un Ser del cual todos formamos parte. Es la conciencia central del Sistema Solar. Así, el Saludo al Sol representa una visita que hacemos a nuestro Maestro.

En esta visita debemos llevar, simbólica y tradicionalmente, una ofrenda que consiste en frutas, flores e incienso.

Las frutas representan nuestros méritos, los resultados de nuestras buenas acciones. Las flores, lo mejor y más lindo de nosotros. El incienso es el perfume, la esencia, el alma. Esto es lo que hacemos cuando realizamos el Saludo al Sol: estamos ofreciendo estos tres aspectos al Gran Maestro, esa fuente superior a la que cada persona pondrá el nombre que quiera ya que es un símbolo de lo que cada uno considera como máxima energía.

Tradicionalmente, cuando hemos hecho esta ofrenda, el Maestro toma lo que le entregamos, lo bendice y lo devuelve. Así, esta nueva energía retorna a nosotros y a nuestro sistema para que la ofrezcamos también a la Madre Tierra. Allí es donde comienza todo el proceso alquímico del Saludo que es una transformación interior que van haciendo estas dos energías, la del Sol y la de la Tierra.