Relató que nunca había visto tanta insistencia con el cumplimiento de lo que sería el protocolo para alejar a curiosos y periodistas del perímetro.

Primero a 50 metros del kiosco y luego a más de 100 metros.

Una vez que Peralta ya había sido trasladado, la situación de tensión no cedía, pero tampoco estaba en crecimiento explicó, aunque también sostuvo que todo resultó ‘extraño’ durante todo el hecho.

Por otro lado, Grierson mencionó que fue llamativa la participación de una persona vestida de turquesa, de civil, que salió de las filas policiales y que parecía conocida por los vecinos, que rápidamente quisieron enfrentarlo.

Una vez acabada esta escena de tensión, que hasta efectivos y vecinos trataron de disipar y calmar a participantes de sus bandos, comenzaron a escucharse explosiones, que él confundió con petardos, porque habían sido lanzados durante la tarde, pero era el Grupo de Apoyo Departamental disparando.

Finalmente, el periodista pidió que la situación se visibilice, pero además, profundizar qué es lo que sucede en los barrios de forma habitual y cotidiana, porque pareciera que este tipo de conductas, se producen mucho más de lo que aparecen.

Pidió que haya formación en los efectivos policiales y que se ponga el ojo en las decisiones que se toman, al momento de conducir a la Fuerza.