Se refería a la confesión de sus aspiraciones presidenciales que hizo públicas en mayo pasado en un amistoso diálogo radial por Rivadavia, cuando admitió tener “aspiraciones presidenciales de cara al año 2015”.

Aquella vez, había dicho: “Cuando se especula sobre mi futuro político, no voy a ser hipócrita: tengo mis aspiraciones presidenciales para 2015". Osada para su habitual estilo discursivo, la confesión de Scioli incluyó, exculpatoria, una aclaración: “Si hay una reforma constitucional que habilita la re-reelección de Cristina, yo la voy a apoyar, la voy a acompañar como hemos venido haciendo a lo largo de estos años y de ninguna manera la voy a enfrentar”. En su entorno, se sabe -se encargaron de aclararlo los principales referentes del sciolismo-, se oponen a cualquier tipo de reforma constitucional.

Ahora, tras la polémica que se generó sobre todo en la interna del oficialismo desde donde lo cruzaron duro, Scioli eligió la ambigüedad para ratificar su intención presidenciable con frases que repite cada vez que le recuerdan aquella confesión, una de ellas la volvió a pronunciar hoy: “el año pasado quedó muy clara mi voluntad”.

En una larga y distendida charla con el diario Perfil, el mandatario provincial esquivó otro tipo de definiciones políticas, que –dijo- hay que empezar a discutir “a partir de junio”.

Habló además sobre la figura de Alicia Kirchner, la hermana del ex presidente muerto que forma parte del pelotón de potenciales candidatos por el kirchnerismo en la Provincia, a quien elogió al asegurar que se lleva “muy bien” con ella, con quién, “siempre nos tuvimos mucho respeto”.

“Ella hace su trabajo silencioso, eficaz, sobrio y tiene una gran experiencia con la Presidenta”, aseguró.

Además, insistió también con que negociará el armado de las listas, sobre todo para las legislativas bonaerenses, con la presidenta Cristina Kirchner, “cuando llegue el momento”.