Sobre las expectativas para el 2023, recordó que la pandemia ha impactado de diferentes maneras en lo emocional y en los conocimientos, y que por esta razón, será un año de recuperación e intensificación de la enseñanza. En ese marco, dijo que muchas trayectorias se vieron afectadas, sobre todo en matemáticas y prácticas del lenguaje.

Mencionó que durante el 2020, las y los estudiantes estuvieron en sus casas, en 2021 se implementó el trabajo en burbujas y recién a fines de ese año se volvió a la presencialidad plena. En efecto, señaló que el 2022 sirvió para trabajar lo emocional, “cuestiones aparte del aprendizaje”. Estos motivos llevaron a que la jornada escolar se extienda.

También opinó sobre la educación actual y sostuvo que el sistema educativo “es uno que se re-piensa, que tiene sus deudas, pero también sus fortalezas”. “Tiene que estar transformándose ya ajustándose a los distintos cambios políticos, sociales y culturales”, cerró.