Viernes 26 de Julio de 2024

LOCALES

29 de abril de 2023

Trenes vende pasajes para mayo: Constitución-Bahía no aparece

El servicio continuará suspendido. Se han hecho pruebas, pero no hay fecha confirmada de vuelta, confirmaron fuentes de la empresa a Radio Olavarría. Un sitio web especializado, consideró que el corredor, está atravesando uno de “sus peores momentos históricos”.

La página web SOFSE habilitó la venta de pasajes para el próximo mes y el servicio que pasa por Olavarría, no tiene disponibilidad.

LU32 pudo saber que hay avances en cuanto a pruebas y diagnósticos que la empresa prestadora ha realizado en el trazado férreo.

Recordaron, fuentes de Trenes Argentinos inobjetables, que la vía está concesionada a Ferrosur hasta Olavarría, y a FerroExpreso Pampeano desde Olavarría, que son quienes tienen que mantenerla.

Aunque, manifestaron, las exigencias para las vías de transporte de cargas no son los mismos que para las de pasajeros.

Si, como ya hemos adelantado, reflejaron que hubo un corrimiento de una formación de prueba y una máquina que realizó un diagnóstico fino del estado de la traza.

El servicio está suspendido desde el descarrilo de marzo de este año, el día 22.

La publicación ‘En El Subte’ explicita que “el servicio Buenos Aires – Bahía Blanca se encuentra en uno de sus peores momentos históricos, habiendo sufrido dos descarrilamientos y tres períodos de suspensiones prolongadas en poco más de un año”.

El incidente vuelve a poner sobre relieve la espinosa cuestión del deterioro de la infraestructura concesionada a cargueras privadas y del pasivo que estas dejan luego de 30 años de administración en exclusiva de sus ramales.

El período de administración privada se ve reflejado hoy en una fuerte degradación de las condiciones de la red ferroviaria, tanto en materia de infraestructura como de señalamiento. Al margen del abandono de numerosos ramales secundarios, las concesionarias sólo mantuvieron aquellos sectores donde se concentraban sus principales clientes –a menudo sus respectivas controlantes– en condiciones mínimas para el transporte de cargas, cuyos requerimientos son menos exigentes que los necesarios para servicios de pasajeros. Esta perniciosa distinción entre vías “de carga” y “de pasajeros”, inexistente hasta la década del 90, es una de las herencias más pesadas -y más difíciles de desandar- que deja el sistema de concesiones.



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