Explicó que la rendición cuenta con un superávit ‘en los papeles’ de $85 millones, pero esto incluye la venta de la calle a Cementos Avellaneda por $165 millones, además de la venta de bienes de capital y el rendimiento de letras y plazos fijos por casi $500 millones.

Se trata de dinero que ha puesto a plazo, pero que no se ha destinado a obras o programas, o que no se ha destinado en tiempo y forma a los mismos, sostuvo.

Consideró que ‘en los tiempos que vivimos’ este tipo de colocaciones termina perdiendo contra la inflación.

El edil recordó que el ingreso total del municipio fue de $12 mil millones durante 2022.

En gastos corrientes se usaron $9900 millones.

Hay unos $350 millones que llegan por Fondo Educativo y por Impuesto a la Piedra se recaudaron unos $2250 millones.

Entonces, el Municipio invierte con recursos propios mucho menos de lo que recauda con la Tasa de Explotación de canteras.

Ejemplificó que casi no hay obras en las localidades.

Reconoció que la contadora Bezzoni les dijo que hay retrasos en algunos pagos de la Provincia, en unos $160 millones.

La Municipalidad paga y luego usa el dinero libremente, declaró el concejal.

Alertó porque, de todas formas, hay $63 millones de la venta de la calle a Cementos Avellaneda que se iba a usar para obras turísticas, se cobró en enero de 2022 y aún no se ha usado.

Manifestó que es un récord que haya $499 millones por ingresos en intereses. El concejal García señaló que la contadora Bezzoni les dijo que todos los municipios están haciendo lo mismo.

‘Todos lo están haciendo mal’, consideró.