Manifestó que abril y mayo no han sido tan fríos como en años anteriores. El frío es el caldo de cultivo para que circulen estas enfermedades.

Para esta época, recordó, en otros años han tenido las salas de internación llena y la guardia desbordada.

Él intuye que se dará en unos días, con la llegada del frío.

Consideró que la pandemia ha impactado en, por ejemplo, la baja de la cobertura de vacunación de calendario, con posturas de padres y madres antivacunas.

Se lamentó porque muchas conductas no cambiaron.

Resaltó que, al comenzar los primeros síntomas de este tipo de infecciones, el paciente sea apartado de sus actividades de escuela o guardería.

Además reiteró que debe llevarse el calendario de vacunación al día y recalcó la importancia de ventilar los ambientes.

Adelantó que el servicio de pediatría tendrá un año difícil porque ha mermado la cantidad de residentes, en el único servicio de guardia e internación que tiene el partido de Olavarría.

Manifestó que serán dos inviernos los que se arrastrará la complicación, y que los residentes cumplen labores importantísimas en estas contingencias.

Reveló que ahora hay tres residentes, pero se han llegado a tener diez.

Detalló las labores que los residentes concretan, sobre todo, que van más allá de la atención al paciente en la consulta.

Agregó que va a llevar años restaurar el número de médicos que eligen las especialidades más necesarias, sacrificadas y peor remuneradas

Explicó que hay especialidades mejor remuneradas, sobre todo en el ámbito privado, en detrimento de las clásicas medicina general, pediatría e internación.

La formación del recurso humano, declaró, lleva cuatro años, por eso las medidas de incentivo llevará tiempo que tengan un impacto positivo.