En primer lugar, Mercedes Landívar recordó cómo inició hace un año este evento, cuando se enteraron que la tradicional feria del libro no se iba a realizar. Destacó el apoyo de la provincia y del Instituto Cultual, y valoró que se piensen políticas públicas a mediano y largo plazo.

A su vez, señaló que estas propuestas “se tienen que sostener en el tiempo”, y consideró que la edición de este año será un éxito.

En segundo lugar, Maximiliano Wesner agradeció a las personas que hicieron posible que se realice la feria. Dijo que el evento es esperanzador para quienes “realmente nos interesa la cultura”.

“Pensamos una ciudad diferente, nos importa transformar y poner de pie a la cultura de Olavarría”, añadió, haciendo referencia al abandono del municipio hacia la cultura.

Por último, Florencia Saintout remarcó la importancia de acompañar esta propuesta, porque “tiene que ver con la cultura viva”.

Habló sobre mantener viva la memoria, y en esa línea, recordó la censura durante la última Dictadura Cívico Militar. “Estamos haciendo una feria del libro en un país donde se hizo una de las quemas de libros más importantes de la modernidad”, dijo. Por otra parte, afirmó que la cultura es un derecho, y que la política pública “tiene que sentar en la mesa a aquellos sectores que han sido silenciados”.

Asimismo, resaltó el valor que tienen los libros en la vida de las personas y sostuvo: “hay gobiernos que queman libros y dejan morir las ferias y hay otros que saben que no han desaparecido”.

También mencionó que junto con el gobernador Axel Kicillof, se encuentran trabajando en un programa de fortalecimiento de la escritura y lectura.