Explicó que las 60 comunidades a lo largo y ancho de la provincia, tienen distintos grados de organización en la solicitud de su autonomía, pero Chillar es una de las más avanzadas y ordenadas.

Consideró, de todas maneras, que lo más importante en este tipo de casos es la cuestión de la identidad: debe haber una amplia mayoría que quiera transformarse en un nuevo municipio. “Los chillarenses no se sienten parte de Azul, se sienten excluidos de Azul, por más que los azuleños los inviten a pensar el Desarrollo”.

Por otro lado, manifestó que no pueden ser discusiones individuales, por localidad.

Hay que dar una discusión marco, que alcance para que todas las localidades que lo consideren, conozcan como caminar la senda.

Hoy, señaló, cada población debe buscar una ley propia para su autonomización, que nunca es completa, porque la Legislatura es la que cede facultades.

Agregó que el tema de la autonomía municipal no significa que la misma se desentienda de sus obligaciones como educación, salud y seguridad.

Respecto a la burocracia municipal y a los fondos para sostenerla, Abarca consideró que muchas de las localidades que luchan por su autonomía la tienen.