Aguilera estimó que la semana que viene el municipio y la empresa firmarían el convenio, que deberá ser refrendado, otra vez, por el Concejo Deliberante.

Luego se deben comenzar una serie de tramitaciones particulares, explicó Aguilera. Puede disponer adherir a la Ley de Hábitat de la Provincia y trabajar en conjunto para urbanizar o determinar con los futuros adjudicatarios los pasos a seguir.

En conclusión, la Municipalidad podrá hacerse nuevamente de los terrenos en cuestión.

Para él, luego de casi 8 años del inicio de los trámites y la manifestación de la voluntad de la empresa de ceder los terrenos, deberían ya los adjudicatarios estar viviendo allí.

La cesión, vale decir, no tenía costo en cuanto a la adquisición de lotes, pero si la Comuna debía invertir en llevar los servicios al lugar, para hacerlo habitable.

Aguilera considera que el gasto es mínimo para la ganancia que significa que 70 familias puedan acceder a una vivienda.

El funcionario recordó que los vecinos que vienen impulsando la obra aún no son adjudicatarios, porque los terrenos no son municipales.

Tampoco se ha loteado, subdividido ni declarado como zona urbana, porque no se ha presentado ante la Provincia un proyecto de urbanización.

Por otro lado, manifestó que la zona cumple con las medidas de seguridad necesarias para establecer viviendas, todo esto, ante la consulta de la instalación de viviendas en cercanías de una fábrica de explosivos.

Hay más de 350 metros de distancia para la ‘zona de amortiguamiento’, explicó.