'Más allá del protocolo, es para mí un orgullo poder compartir algunos pensamientos y palabras, más aún en un espacio que año a año crece y se ha transformado en uno de los más importantes de la región' comenzó.

'Es una cena y una celebración especial porque se realiza en un momento decisorio para nuestro país. Entre unas PASO y unas Elecciones Generales que definirán mucho más que un liderazgo, definirán las posibilidades de un futuro. Desde hace décadas, muchas décadas, que nuestro país viene a los tumbos, parches, parches y más parches, que no hacen más que agravar los problemas económicos, sociales y educativos'.

Profundizó acerca de los problemas: 'Altos niveles de inflación, deuda pública insostenible, falta de inversión en infraestructura, crisis financieras recurrentes, vacíos en la educación y una intención de hacer de las diferencias, grandes brechas. Brechas que nos golpean a todos, lo hayamos querido o no, porque ¿en qué mesa argentina no se ha producido pelea entre familiares y amigos?'. Para él 'Eso no es hacer política, eso no es educar, eso no es crecer'.

'Durante los últimos 20 años se implementaron políticas insostenibles con un gasto público desmesurado ¿Cuál fue la consecuencia? Aumento de la inflación, de la pobreza y aumento de la deuda pública. Deuda, descontrol, descontento, parches, parches y más parches' se lamentó.

Continuó con el diagnóstico: 'Desde hace muchos años que las empresas internacionales no miran a nuestro país. Desde hace muchos años que la escuela no es una prioridad. Desde hace muchos años que las evaluaciones educativas están por el piso. Que perdimos el norte. Desde hace muchos años los jóvenes nos miran sin entender. Además de las dificultades económicas, nuestro país experimentó una profunda inestabilidad política y fuertes disputas entre los sectores políticos. Dinamitando cualquier posibilidad de políticas de largo plazo y debilitando la confianza de los inversores. En síntesis, problemas, problemas y más problemas'.

Comenzó en su discurso a preguntarse: '¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo volvemos al orden? Al orden económico y social. Al orden que lleva a los chicos a la escuela y a los padres al trabajo. Al orden que permite a un inversor decidir. Al orden que lleva al emprendedor a arriesgar con esperanza. Porque sin orden, no hay futuro. Sin organización, no hay proyecto. Sin paz. no hay posibilidades de decidir para crecer. Honestamente, si seguimos haciendo lo mismo estaremos afirmando la más explícita definición de locura: Hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Ya sabemos que esta fórmula no es viable en la Argentina y en vez de generar oportunidades, las elimina'.

'¿Cómo vamos a encontrar esas oportunidades? ¿Con líderes mesiánicos? ¿Con fórmulas mágicas? ¿Pegando gritos en la tele? Está claro que no. Se soluciona con coraje y con políticas que promuevan el ingreso de inversiones. Se soluciona con políticas públicas que favorezcan la educación y la salud pública. Se soluciona con coraje para promover la cultura del esfuerzo. Esa que caracteriza a Olavarría. Esa que se respira en una cena como esta. Políticas que beneficien a los argentinos que invierten, que compran maquinaria, que cambian cosechadoras, que se levantan temprano y que mandan a los pibes al colegio llueva o truene. Porque ¿en qué momento la educación dejó de ser la prioridad? ¿Desde cuándo está bien que un pibe no vaya a la escuela? ¿En qué momento las faltas de respeto se transformaron en lo habitual? ¿Desde cuándo dejamos de saludarnos, de sonreír cortesmente? ¿Dónde quedó la humanidad del argentino? ¿Qué o quién se encargó de fomentar el odio? ¿Desde cuándo y por qué el no laburar no es vergonzoso? Preguntas y más preguntas que tienen múltiples respuestas, pero hay dos que son indiscutibles. Orden y coraje. Orden para hacer de la Argentina un país con futuro y coraje para tomar las decisiones que hay que tomar'.

Para finalizar, el jefe comunal, advirtió: 'el tiempo pasa, nuestros hijos crecen, algunos deciden abandonar el país. Muchos adultos que pueden poner el lomo están cansados y es comprensible. Otros tantos pueden estar tristes, porque ven cómo un país maravilloso se escurre entre los dedos de la estupidez. Algunos jóvenes pierden lo que debería sobrarles: la esperanza. Y los chicos, ven como cuatro o cinco adultos hacen pedazos de sus sueños. Estimados amigos, los funcionarios no somos los que construimos la Patria. Ustedes lo son. Los ciudadanos que se levantan temprano para ir al campo, al taller, a la fábrica o a la escuela. Los hombres y mujeres que construyen su casa, su hogar y que priorizan el respeto y la educación. Los miles y miles de jóvenes que estudian y emprenden para quedarse a vivir acá. Los miles y miles de argentinos que creemos, como yo, que no todo está perdido y que el futuro lo construimos en el día a día, con trabajo, esfuerzo, respeto, familia y educación. Estos valores de Olavarria son los valores ejemplares para la Argentina. Gracias por ser parte y feliz Día de la Industria'.