Explicó que en la zona de calabozos hay una extensión de un teléfono, que se usa con la línea con la que los familiares hablan con los detenidos cuando los llaman a la comisaría.

Ese número, por la antigüedad de la instalación telefónica, se habría ligado con la línea de guardia, a la que llamaron desde el Juzgado de Garantías y se oía la conversación de un detenido alojado allí mantenía con su familia.

Por este motivo, las autoridades judiciales radicaron la denuncia correspondiente, que disparó la investigación y el allanamiento a la sede policial que se concretó el jueves, informó Bonfantín.