El plan implica la intervención de las cuatro fuerzas federales y el servicio penitenciario para prevenir cortes, piquetes o bloqueos.

“El gran desafío de Argentina es cómo construimos una visión del orden y del progreso, cómo salimos de la informalidad y de los planes, cómo avanzamos hacia un mundo donde la cultura del trabajo se recupere”, concluyeron.