Explicó que la estadística que monitorean hace referencia “a todo este tipo de hecho que configura una acción típica antijurídica, que tomamos conocimiento tanto por la frecuencia del 911, como a través de las denuncias que entran al centro monitoreo, por el programa Ojos en Alerta o las líneas fijas del centro monitoreo”. 

En esa línea advierten que “Se redujo mucho el robo de motovehículos, por ejemplo, de bicicletas, también”.

Lo que hay, detalló, es “mucho apoderamiento ilegítimo de pertenencias en la vía pública, como lo que se dio este mes, nuevamente el robo de ruedas de vehículos que están estacionados en la vía pública”.

“Son cuestiones que las estamos monitoreando muy de cerca”. 

De todas maneras diferenció lo que es ese relevamiento, de lo que después termina denunciado: “Esa estadística no siempre es coincidente con las denuncias que se realizan ante la policía. Por eso, en cada reunión barrial que nosotros nos acercamos, hacemos hincapié en la importancia de que el vecino se acerque a radicar la denuncia”.

Al ser consultado por la base operativa del GAD en Barrio AOMA, Quintas explicó que ese grupo no atiende las emergencias, que en esa zona son evacuadas a través de los móviles de Loma Negra.

De todas maneras, consideró que la disuasión es un “mecanismo de prevención ha demostrado ser muy efectivo”.

Si, sostuvo que desde la base se “implementará un plan de presencia policial en el barrio, con recorridas preventivas y operativos de control en la zona de quintas y también sobre la autopista Fortabat”

En referencia a la matanza de perros en Sierra Chica fue contundente: “La solución a todo este problema es la tenencia responsable de mascotas”. 

Reseñó que “en las entrevistas que hicimos con nuestro abordaje territorial, a todos los acongojaba la situación, pero cuando solicitaban un poquito más de intervención o de protagonismo en la necesidad de que vayan y hagan la denuncia, que presten una declaración ante la policía sobre la situación de los perros, faltaba ese compromiso”.

Respecto a las cámaras municipales, desmintió que no hayan estado en funcionamiento, pero reconoció que en la zona donde se dieron la mayoría de los hechos, no hay.

“Sobre la calle Legorburu es donde más cámaras tenemos instaladas. Sobre la zona donde están denunciadas la mayor cantidad de hechos con los caninos, no tenemos cámaras instaladas”.

“Por más que la cámara nuestra esté funcionando, si no tenemos cámaras en esa zona es impropio que podamos aportar información. Esas cámaras, la información que pudieran haber obtenido sobre eso estará a disposición de la Justicia, lo mismo que con el relevamiento de las cámaras privadas”.

Esto, admitió, posibilitó que se conozca “algún tipo de movimiento”.

Por último, Quintas fue consultado por el tema de la caza.

La veda solicitada por el municipio, y concedida por la Provincia “Es un mecanismo más de prevención que utilizamos para desincentivar la circulación en caminos rurales durante esta época del año”.

“Es una época del año donde más crecen estos tipos de delitos contra la propiedad rural” explicó. 

“Cuando salen a cazar con galgos -expresó el funcionario- se cortan los alambrados de los campos, se dejan los cuadros sin su tejido perimetral. Eso también pone absolutamente en riesgo la circulación y el uso normal de los caminos. Teniendo en cuenta también que el animal, cuando no tiene ningún tipo de cuidado, tiende a irse en función de la búsqueda de su alimento, y también eso puede provocar daños en otras propiedades”.

“Hay un montón de factores que intervienen en la toma de la decisión de mantener la veda de la caza de la Liebre” finalizó.