La charla estuvo  a cargo de referentes del Servicio de Salud Mental del Municipio, el Ce.A.T. Nº 1 (Centro de Atención Temprana del Desarrollo Infantil), el Centro de Atención al Juego Compulsivo y el CPA.

La iniciativa surgió de las reuniones de  Mesa de Gestión Territorial N° 6 en las que se reconoció el consumo de pantallas, dispositivos móviles y apuestas virtuales como una de las  problemáticas actuales de niños, adolescentes, familias e instituciones. El objetivo de la charla fue la visibilización de la problemática por parte de las familias e instituciones y los posibles abordajes.

La Mesa de Gestión Territorial 6 incluye a las instituciones y servicios municipales de los barrios Luján, Barrio Obrero, Villa Floresta, Amparo Castro, Tiro Federal y Amesya.

Participan de esta Mesa Territorial: Dirección de Gestión Territorial, Dirección de Políticas Sociales, Dirección de Discapacidad y Personas Mayores, Servicio de Salud Mental del Municipio, Dirección de Planificación Estratégica, Atención Primaria de la Salud, CPA, Centro de Atención al Juego Compulsivo, Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia, Escuela Primaria 32, Escuela Primaria 24, Escuela Secundaria 7, Escuela Secundaria  12, Jardín de Infantes 913, Jardín de Infantes 919, Escuela Primaria 49, Escuela Primaria  58, Escuela de Educación Especial 502, Escuela de Educación para Adultos 703, Centro de Atención Primaria de la Salud 1, Centro de Atención Primaria de la Salud 3, Sociedad de Fomento Amoroso, Club El Fortín, La Yumba.

Las Mesas de Gestión Territorial conforman un programa municipal que funciona  como espacio de encuentro y trabajo participativo en los territorios con el fin de optimizar  la planificación e implementación de las políticas públicas, fortalecer la integración comunitaria y el vínculo institucional con la comunidad.

Cabe destacar que el Municipio recientemente firmó un Convenio Marco de Colaboración y trabajo en red con el Ce.A.T. Nº 1, a los fines de llevar adelante un proyecto sobre prevención de los efectos perjudiciales del uso de pantallas en bebés, niñas y niños.

Dicho proyecto contempla una campaña de concientización sobre los efectos perjudiciales de la exposición a dispositivos electrónicos (celular, Tablet, computadoras, TV) en bebés y niños/as de 0 a 3 años, para el desarrollo integral (área del lenguaje y la comunicación, área del juego y la exploración, área del vínculo y la socialización, área del movimiento) debido al uso de dispositivos tecnológicos.

La propuesta tiene el objetivo de alcanzar a la población adulta cercana a las prácticas de crianza de niños/as en dicha franja etaria, a través de diversas estrategias como la generación de contenido audiovisual, gráfico y/o online, con el fin de prevenir y promover prácticas de cuidado y crianza responsable, brindando información sobre alternativas a las pantallas para que los adultos referentes puedan ofrecer a sus niños/as en cada etapa del desarrollo.

Fundamentos del proyecto

En la actualidad, las nuevas tecnologías de información y comunicación han irrumpido en la sociedad a una velocidad vertiginosa: ampliado el horizonte, se hacen presente en la mayoría de los hogares, habiéndose instalado un acceso masivo a la tecnología sin límite de edad.

De esta manera, niños y niñas se inician en el uso de pantallas cada vez a más temprana edad. Frecuentemente podemos observar cómo pueden quedar “atrapados” frente a las pantallas, con sus colores, sonidos y movimientos. Niños y niñas, que aún no han adquirido el lenguaje verbal dada su corta edad, utilizan smartphones y tablets sin que esto resulte un fenómeno cuestionable; y pasan de un movimiento corporal constante y disruptivo a una quietud total al ser expuestos a dispositivos tecnológicos, estableciéndose de esta manera una situación donde deja de “molestar” con sus demandas de atención.

Asimismo, la alta exposición a las pantallas por parte de niños y niñas implica un constatable aumento en la estimulación cerebral. Una de las funciones también afectadas es la visión, ya que la menor exposición al aire libre favorece al desarrollo y aumento de la miopía. Además, la luz azul supone un factor de riesgo ya que influye en el ritmo circadiano (que es el sistema que regula el ciclo sueño-vigilia en nuestro organismo).

Debemos entender que los primeros tres años de vida de una persona son fundamentales; ya que el cerebro se encuentra en pleno desarrollo de sus funciones, las cuales estarán condicionadas e influenciadas por la calidad del entorno social y material.