La actividad fue organizada por la Oficina de la UNESCO en Quito, el Ministerio de Cultura y Patrimonio, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y la Comisión Nacional de cooperación con la UNESCO (COMINAL) y consistió en un taller sobre la Convención de UNESCO de 1970 sobre las medidas para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia ilícitas de bienes culturales.

El evento fue realizado el pasado 27 de noviembre en la ciudad de Quito, Ecuador y reunió a un diverso grupo de actores clave, incluyendo representantes del Ministerio de Cultura y Patrimonio, el Ministerio de Defensa Nacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, el Ministerio de Gobierno, la Procuraduría General, las Fuerzas Armadas del Ecuador, la Policía Nacional, la Fiscalía General del Estado. Además, participan representantes de algunos de los Gobiernos Autónomos Descentralizados.

Particularmente, la vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y directora de la Cátedra UNESCO de Patrimonio Arqueológico, Dra. María Luz Endere, participó en calidad de experta y efectuó dos instancias de capacitación, la primera fue titulada “Orientaciones para la implementación de la Convención de 1970 en Ecuador: propuesta para la recuperación de bienes culturales patrimoniales” y, la segunda: “Herramientas y Procedimientos para la Aplicación de la Convención de 1970”. Asimismo colaboró en la redacción de las conclusiones y recomendaciones del taller.

El taller se desarrolló en el emblemático Palacio de la Circasiana y tuvo por objeto reforzar las capacidades del país en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales dotando a los participantes de herramientas y conocimientos técnicos para implementar estrategias de protección y prevención del saqueo de lugares patrimoniales para la posterior venta ilegal de piezas. Cabe recordar que este delito es parte del crimen organizado trasnacional y por ello ha sido objeto de especial atención de los Estados y de Naciones Unidas en las últimas décadas.

La actividad además buscó promover, además, una mayor sensibilización sobre la importancia del patrimonio cultural como símbolo de identidad y cohesión social de los pueblos.