El presidente de la Sociedad Rural de Tandil, Alcides Fortunato, habló en una entrevista con Sintonía Agropecuaria por Lu32 Radio Olavarría y expresó que el 2024 fue “un año con miedo por la sequía” sin embargo fue remontando. Sobre lo que viene para este 2025 planteó: “Lo definiría como un año de esperanza, hay vientos nuevos que están soplando y que nos permiten pensar que el barco de la productividad va a avanzar no hay que perder ese entusiasmo”. 
 

El flamante dirigente, compartió: “Tenemos un número que supera los 300 socios, en cuanto a si es grande o mediano es difícil de precisar. Lo nuestro es trabajo gremial empresarial, tratar de que el campo tenga canales en los cuales hacer oír su voz por el otro lado la prestación de servicios para el socio y no socio, el hombre de campo viene, estaciona y puede hacer todo”. 
 

Por otra parte, aclaró: “Cuando el productor viene, viene a hacer trámites, si tiene reclamos para canalizar lo hacemos a nivel dirigencial. No somos el único lugar a donde puede ir. No nos convertimos en abogados para atender reclamos puntuales, sino sectoriales. Acá el productor viene a hacer trámites, no a quejarse”. 

En relación al diálogo con el Ejecutivo Municipal destacó que “es bueno” y precisó: “Acá en Tandil se ha logrado que no se haya puesto ninguna tasa especial que se ha inventado en tantos partidos para tapar los agujeros presupuestarios. También observamos que cualquiera que haya sido el color político de las últimas décadas, la Ciudad ha sido bien manejada. Hay diálogo”. 

“Otro tema para destacar es la Cooperativa de prestación de servicios que está a cargo del mantenimiento de los caminos rurales. Tiene 30 años de existencia, contribuimos desde Sociedad Rural a la creación y funciona perfectamente. El productor va directamente a la Cooperativa, realiza su queja y lo resuelven”, continuó. 

Sobre el cierre, expresó: “Como entidad tenemos dificultad en cuanto a la brecha generacional, queremos crear dirigentes para el futuro, buenos dirigentes. Eso cuesta porque las nuevas generaciones son más consumidoras que gente que tenga vocación de agarrar el timón de instituciones intermedias”.