Luego de una experiencia personal a los 23 años, Mariano Lara comenzó a investigar a los ovnis y todos los temas que derivan de ello. En los estudios de LU32 habló sobre la presencia de seres extraterrestre, la relación de la energía y el tiempo y el espacio, la forma en que se conectan las líneas energéticas por el globo, una de ellas pasa por Olavarría, y la información que se va desclasificando en los últimos años.

“Es un tema delicado y es un tema que no se puede hablar con cualquiera, y la gente a la cual se le cuenta se ríe o lo toma a broma, pero ya es menos la cantidad de gente que hace eso”, afirmó el investigador olavarriense.

Para Marino Lara, “esto es una pasión que uno tiene. Como a alguno le gustaría el automovilismo, el aeromodelismo, esta es una pasión que nos lleva a investigar y a saber y a compartir, porque la información guardada no sirve para nada que compartirla, más con el resto de los investigadores, para la misma evolución de la sociedad, en todos los aspectos”, expresó.

“En general no se ve muy bien. Hay cosas que puede captar el celular porque el ojo humano ve entre lo ultravioleta y lo infrarrojo, fuera de ese rango el ojo humano no lo ve”, dijo en referencia a las imágenes y videos que circulan en la actualidad.

“Estos aparatos pueden detectar por fuera de ese rango, entonces tampoco sabemos qué nos dejan ver y qué no nos dejan ver”, explicó.

“Las líneas ley son las famosas líneas donde se conecta la red global a través de la energía por el mundo y si vos trazas las líneas ley pasa por todas las pirámides más grandes del mundo en México y bueno una de (6:13) las líneas ley pasa por Olavarría. Hay una zona de la ruta 226 en donde uno no tiene ni comunicación o radio celular de ningún tipo. Uno pierde la señal del celular, radio de telecomunicaciones, uno no tiene comunicación y una de esas, pasa por la ciudad de Olavarría. Estuvimos investigando, estuvimos haciendo mediciones y bueno realmente se pierde toda señal”.

“Es una red en donde supuestamente se puede aprovechar para hacer viajes en el tiempo o viajar”, señaló y contó un caso de un hombre de Olavarría.

“Había un señor de Olavarría, año 80, sale de Buenos Aires cargado con mercadería, decide cargar nafta en Las Flores porque no había parado en monte, a los pocos kilómetros para limpiar su parabrisas, retoma el camino y una luz violeta lo enceguece, pasa y sigue. Y a los pocos kilómetros para en una estación de servicio que la desconoce y pregunta cuánto me falta para llegar a Las Flores. No señor, usted está en Bolívar, en otra punta”.

“Creo, como ciudadano común, que debe haber una repartición especial en la mayoría de los países, mancomunadamente con algún organismo internacional, llamémosle NASA o quien sea, que tiene que investigar esto. Supongo, hago mi suposición, que tendría que estar investigando el fenómeno”, manifestó el investigador olavarriense y arriesgó que “para la historia de lo que es el mundo y la tierra y la civilización, somos lo más nuevito que hay sobre la tierra. O sea, ¿seremos nosotros o serán ellos los visitantes? Es una pregunta abierta y muy grande”.