El panorama es complicado no sólo para las cooperativas eléctricas sino, y, sobre todo, también para los usuarios que en esta época del año necesitan del servicio para contrarrestar las altas temperaturas. Días pasados Claudio Nápoli, gerente de Distribución del Servicio Eléctrico, explicó en un comunicado que “en los últimos años se evidencia un gran crecimiento en el uso de aires acondicionados, incluso algunas viviendas cuentan con más de un equipo. La simultaneidad y el uso desmedido son dos factores que impactan considerablemente en el aumento sostenido de la demanda eléctrica, generando sobrecarga al sistema general”.

“Hay un deterioro en el mantenimiento del servicio”, reconoció Oreste Binetti. El presidente de la Federación APEBA explicó que “todas las cooperativas hemos bajado en excelencia por el nivel de inversión. Pero inversiones se tienen que seguir haciendo”.

“Cuando la tarifa no alcanzó, los distribuidores, no solamente las cooperativas, también tienen la misma problemática, Edesur y Edenor tienen la misma problemática, tuvimos que tomar decisiones”, explicó el Walter Valle, gerente de la Usina Popular y Municipal de Tandil.

“La decisión fue, en nuestro caso, es tener deuda con el proveedor de energía. Hacer los mantenimientos indispensable s, cumplir con los sueldos de los empleados, las cargas sociales, el resto de los proveedores, pero el dinero no alcanzaba para todos. Esa decisión fue, básicamente, tener deuda con el proveedor de energía, que es lo que estamos intentando ahora de ver si de alguna forma podemos solucionar el problema”, aseguró.

“Cuando a nosotros nos imputan, a veces con desconocimiento, a veces con alguno interés de tipo político-institucional, que no le estamos cumpliendo a Cammesa, que nos estamos quedando con la plata de Camessa, o pagamos los sueldos y pagamos el funcionamiento de la cooperativa, o le pagamos Cammesa.”, dijo a su momento Alberto Miotti, presidente de Coopelectric y tesorero de la Federación APEBA.

El dirigente cooperativista local reconoció que “hemos optado no perjudicar la prestación del servicio, con todas las restricciones, asumiendo el riesgo personal e institucional. Pero la situación fue de defender la prestación del servicio con la mejor calidad posible, porque lo que se hace son inversiones en mantenimiento, no podemos planificar una nueva línea”.