LOCALES
25 de enero de 2025
Estrellas Amarillas: convertir el dolor en memoria y homenaje
Desde hace casi 13 años la entidad que preside Gustavo Spaltro, homenajea a las víctimas de accidentes de tránsito con la pintada de una estrella amarilla. Ya llevan 170, entre Olavarría y la región, como una forma de acompañar a las familias en el duelo.
“Estrellas Amarillas nace a partir del accidente de mi hija en el Camino de los Pueblos en el 2008. Ahí fallece mi hija y tres compañeros, más cuatro murieron ahí en el 2008”, recordó en diálogo con LU32 Gustavo Spaltro. Fueron años difíciles, reconoció, pero en el 2012 decidió que todo ese dolor debía convertirse en algo más y en el 2012 nace en Olavarría la entidad que casi 13 después todavía preside.
Todo nació como por el azar, cuando en el 2010 se encontraba en Bahía Blanca y “vi un grupo de gente trabajando, pintando. Había habido un accidente en ese lugar, habían fallecido tres chicos, me parece. Y vi que estaban pintando la estrella y me digo, ¿qué es esto? Porque yo algo quería hacer para Nadia”.
Desde aquel momento fue poco el tiempo que pasó hasta que el 15 de septiembre nacía la filial local de Estrellas Amarillas.
“Desde que arrancamos esta actividad, nosotros vamos y pintamos una estrella” y cuenta que siempre se hace “a pedido del familiar. Nosotros siempre agradecemos a la familia cuando piden pintar la estrellita porque es un homenaje y nosotros concientizamos con eso”, afirmó.
Gustavo recuerda muy bien el momento de la pérdida de su hija y los tiempos posteriores hasta el instante en que se cruzó con la posibilidad de dejar una estrella para homenajear a su hija y a los demás chicos que fallecieron en aquel accidente.
“Estaba medio desubicada en mi cabeza y me enteré de eso. Así que volví a pintar la estrellita”, rememoró y contó que luego se acercó a hablar “con los papás de los compañeritos de ella que fallecieron también, si querían”.
Luego, se puso en contacto con “el presidente del país, que es Julio Ambrosio”. Allí en Córdoba, en el 2006, nació Estrellas Amarillas. “Por Laura Ambrosio, la nena de 20 años también que falleció en un accidente y ahí el papá de ella empezó con eso”. Después, “se expandió en todo el país. Es más, está en Chile también, en Colombia. Se ha extendido un montón”.
Tras aquella reunión con Ambrosino, Spaltro volvió a Olavarría y se acercó hasta el municipio para hablar con el intendente José Eseverri, que lo derivó con Héctor Vitale, quien era secretario de Gobierno. Enseguida, Estrellas Amarillas fue declarada de Interés Municipal.
“Se hizo un decreto y bueno, y ahí arrancamos”, contó y reconoció que “lo hice para pintar la estrella de mi hija y no pensé que iba a llegar tan lejos esto”.
En estos casi 13 años que están en actividad, “llevamos 170 estrellas pintadas”.
“Me enfoqué en eso, no sabía lo que iba a pasar después”, dijo en referencia a pintar para homenajear a las víctimas de tránsito. “Sí sabía que me iban a decir, quiero pintar una estrellita y eso, pero no pensé que iba a llegar en Olavarría a tal magnitud”, dijo y mencionó que Olavarría “me parece que es la ciudad que más estrellas tiene pintadas”.
“Cada estrella que pinto la hago propia. Hago de cuenta de que estoy pintando la estrella de mi hija”, afirmó y comentó que muchas veces es una forma también de acompañar a las familias en el duelo.
“Al que le pasó, te entendés y te entienden. Yo los entiendo. Es una manera de ayudarse uno al otro”, dijo y aseguró “es un dolor para toda la vida, con un hijo es para toda la vida”.
“Así que es una forma también de poder acompañar a la familia, más allá de la estrella, el reconocimiento. Y de concientizar”, explicó.
Luego que la familia se pone en contacto con Gustavo, por teléfono o por las redes sociales, “si querés me acerco a tu casa y hablamos. Por teléfono nada, todo personal lo hago. Y voy, tomo los mates, charlamos, vemos, buscamos el horario, el día. Te cuentan todo, cómo fue la historia. El dolor, lloramos. Porque también te toca. Como te digo, lo hago propio”.
Pero Gustavo no está solo. Comparte todo el trabajo de Estrellas Amarillas junto a su cuñado Marcelo. Ambos brindan charlas en escuelas, concientizando, organizan los encuentros con las familias y se ocupan de pintar. Todo, en el tiempo que les queda entre el trabajo y las obligaciones personales. Una cuestión que también conviene mencionar es que los materiales que utilizan para las pintadas o los traslados, siempre se pueden realizar gracias a las colaboraciones de muchos olavarrienses que apoyan la iniciativa.
“La falta de tiempo te dificulta un montón. Somos dos”, sostuvo y por eso para este año esperan poder sumar gente con ganas de comprometerse con la filial local. Además de poder contar con un local a la calle, para que la gente pueda acercarse.