NACIONALES
18 de febrero de 2025
La baja en la tasa de natalidad registrada en el país en los últimos años impacta en la matrícula educativa
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Los datos indican que en los últimos quince años la inscripción cayó un 18,2% y tiene incidencia en la cantidad de alumnos de jardín y primaria.
La caída sostenida de los niveles de natalidad que registra Argentina en los últimos quince años ha tenido un impacto directo en la matrícula de los jardines de infantes de los centros de educación privada: la inscripción cayó un 18,2%, producto de este fenómeno que es totalmente ajeno al sistema educativo.
Según un informe elaborado por la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada Argentina (AIEPA) la tasa de natalidad pasó de 19 nacimientos por cada 1.000 habitantes en el año 2000 a aproximadamente 11 en 2022. Con estos datos, uno de los niveles educativos más afectados es el inicial, en el que ya se observa una caída considerable en el número de alumnos matriculados, y la tendencia se empieza a reflejar también en primaria.
“La caída sostenida de la tasa de natalidad en Argentina en las últimas dos décadas ya tiene, y sobre todo tendrá, un impacto significativo en el sistema educativo. El fenómeno es transversal a todo el país. Cada vez nacen menos chicos y el sistema escolar enfrenta un fenómeno de descenso de matrícula que plantea tanto desafíos como oportunidades”, expresó el secretario ejecutivo de AIEPA, Martín Zurita.
La tendencia de disminución de alumnos en primer grado es similar. El último relevamiento anual muestra que, en comparación a 2011, en 2023 ingresaron 102.000 alumnos menos a la primaria, lo que representa una disminución del 12,6% en la matrícula general. El fenómeno se refleja principalmente en el sector estatal, cuya caída es del 15%. En cambio, en las escuelas privadas, la reducción es del 6%.
“La baja en la matrícula implica una serie de retos para el sistema educativo, pero también una oportunidad para mejorar la calidad de la enseñanza. Con menos alumnos por aula, los docentes podrían tener más tiempo y recursos para dedicar a cada estudiante. Les permitiría darles una atención más personalizada y una educación adaptada a las necesidades de cada uno”, indicó Zurita.
Tal como muestra un informe reciente del Observatorio de Argentinos por la Educación, en las 24 jurisdicciones del país, el número de nacimiento cayó pronunciadamente entre 2014 y 2022. Tierra del Fuego fue la que registró la mayor caída con el 49% y le siguen Jujuy y la Ciudad de Buenos Aires con el 44%. Tomando en cuenta el número de nacidos, se proyecta que la matrícula en la educación primaria caerá en un 28% en los próximos años.
El fenómeno también presenta desafíos estructurales y de financiamiento, ya que la normativa exige un número mínimo de alumnos para que las instituciones privadas puedan acceder a los aportes estatales. “Necesitamos revisar la normativa que requiere un número determinado de estudiantes para conservar el aporte estatal. Hoy en día tenemos menos alumnos, pero igual cantidad de cursos y cargos”, analizó el representante de AIEPA.
La entidad precisó que, ante la caída en la cantidad de estudiantes, acompañada de una estructura educativa que se mantiene prácticamente igual, se plantea la necesidad de reevaluar los recursos asignados y el modelo de financiamiento. Zurita destacó que, para algunas instituciones, mantener el mismo nivel de financiamiento con menos alumnos implica una carga económica difícil de sostener. “Deberíamos también evaluar el régimen de aranceles, ya que hoy mantenemos una misma estructura, pero atendemos a menos alumnos”, agregó.
En esa línea, el organismo hizo un pedido a las autoridades por una actualización en las políticas educativas que permita capitalizar la baja de la natalidad para avanzar en la calidad de la enseñanza, con mayores recursos por alumno. Conscientes de que se atraviesa un momento clave para transformar la educación, la entidad remarcó la necesidad de reformar la normativa para que las escuelas puedan sostener su estructura y seguir mejorando su servicio.
“Para aprovechar la oportunidad demográfica, es necesario que las políticas educativas se adapten a esta nueva realidad. La reglamentación actual, que asocia los aportes estatales al número de alumnos, podría llevar a algunas instituciones a una situación económica crítica y dificultar su funcionamiento, en especial en las jurisdicciones donde el descenso de la natalidad es más marcado”, precisó AIEPA.
La disminución inevitable de la matrícula presenta una oportunidad para el Estado y las instituciones educativas de repensar el sistema. La posibilidad de tener aulas menos saturadas podría contribuir a una enseñanza más personalizada y a una mejora en los resultados de aprendizaje. Año a año, las evaluaciones estandarizadas exponen las dificultades que atraviesa el sistema educativo. (DIB)