“Públicamente los funcionarios del nuevo presidente han dicho que la obra pública el Estado no la va a hacer más, que la tiene que hacer la actividad privada” recordó Pizone.

“Este es un tema muy difícil porque, de alguna manera, desde nuestro punto de vista los números no van a dar para que la actividad privada pueda intervenir”.

“Hoy la situación de las empresas es muy difícil, te diría que es casi terminal, te diría que estamos en la peor crisis de la historia de la minería nuestra, de la minería de materiales de construcción fundamentalmente”.

Va a haber empresas que se concursen, va a haber empresas que se cierren, no hay otra solución que los despidos. “Hay que readecuar las empresas a un monto de producción menor”, señaló.

“Es totalmente imposible sostener el personal cuando vos estás trabajando con un 20 o un 30% de tu capacidad instalada con la misma gente, entonces lamentablemente no hay otra solución”.

“Ya veníamos como un año y pico del gobierno anterior, con lo cual llevamos prácticamente tres años de una crisis enorme” admitió.

“Las empresas han hecho lo imposible por sostenerlo, pero yo te diría que ya casi no da más. El Estado te dice que va a licitar las obras para que la actividad privada las realice, se hacen anuncios, hablan de los corredores viales, pero no termina de concretarse el tema” se lamentó el empresario.

“Desde que un tramo abre a una licitación, hasta que realmente se adjudica, y van a pasar 90 días. En 90 días más, esto puede ser mucho más caótico todavía”.

“La provincia de Buenos Aires prácticamente está a toda parada. El argumento del gobernador es que no le aprueban el presupuesto, con lo cual no puede destinar recursos” explicó. 

“Hay un problema interno político dentro del oficialismo de la provincia, pero los que pagamos los platos rotos somos nosotros. Las empresas están realmente quebradas”.

En cuanto a números, Buenos Aires tiene una capacidad de producir 2.800.000 toneladas y está apenas alcanzando 700.000.

Finalmente, afirmó que también habla con funcionarios del gobierno nacional, pero “no terminan de entender las consecuencias de la falta de intervención del Estado en algunas cosas”.

Comparó lo que podría suceder con la traza vial, con lo que pasó con los ferrocarriles.