Los beneficiarios con la estafa o defraudación, fueron comerciantes que pagaron el 70% del monto de la factura original, pero ese fue dinero que nunca llegó a las cuentas de la Cooperativa.

Destacó que no hay comercios más o menos beneficiados con el hecho, pero sí un comerciante específico, que era como el que recaudaba el dinero de las facturas.

Resaltó que la fiscal Serrano ha dispuesto las medidas necesarias rápidamente para poder preservar las pruebas, que sustenten una posible acusación.

Explicó cómo era la dinámica que han podido detectar. 

El encargado de la oficina comercial y su esposa, empleada del área de Recursos Humanos, triangulaban notas de crédito con un comerciante, de medidores de electricidad que presuntamente estaban mal y tenían que ser refacturados.

Cobraban los montos de la “refacturación”, pero nunca los depositaban en la cuenta de la CEAL.

Gran cantidad de comerciantes usaron este sistema, para facturas de más de 200 mil pesos, que es el monto desde el que la cooperativa monitoreó.

Uno de los primeros casos relevados, data de abril de 2023.

En este sentido, al ser consultado por el engaño que el trío podría haber concretado y dejado como víctimas a quienes pagaban, el letrado dudó que esto pueda haberse dado así.

Finalmente, confió en que van a poder recuperar todo el dinero que se fue por las notas de crédito fraudulentas.

Reconoció, que muchos de los comerciantes que pagaron, se acercaron a la cooperativa para poder, ahora sí, regularizar la situación de forma correcta.