“Esta situación no solo deja pérdidas materiales, también deja secuelas en lo emocional, gracias a dios en nuestro barrio el agua solo llegó hasta la vereda. Lo que nos tocó vivir fue apocalíptico, ver como está la ciudad te afecta mucho psicológicamente, la gente perdió todo, es muy triste. Los dirigentes de Ferro se pusieron en contacto conmigo enseguida y estoy muy agradecido por ese gesto, también mis ex compañeros”. Dijo Iriarte