El pasado 14 de abril a la madrugada al menos 45 personas del colectivo LGTBI+ fueron trasladadas de forma violenta, muchas de ellas semidesnudas y golpeadas, al sector de aislamiento y sin explicaciones, hecho denunciado recientemente por la Comisión Provincial de la Memoria. 

Durante la requisa realizada por el Servicio Penitenciario lxs integrantes del pabellón padecieron maltratos, hostigamiento, incomunicación y la violación de la ley de identidad de género, entre otras muestras de violencia institucional que actualmente persisten.

La saña con que se ejecutó el operativo, la violencia física y simbólica extrema, y el ensañamiento específico hacia las identidades trans, revelan el carácter discriminatorio y sistemático del accionar estatal en contextos de encierro. Estos hechos constituyen una grave vulneración a los derechos humanos y dan cuenta de la reproducción de lógicas violentas en las instituciones penitenciarias.

La UNICEN llama a reflexionar sobre las prácticas institucionalizadas de violencia hacia un sector históricamente vulnerado. Desde la Universidad Pública exigen el cese inmediato de toda forma de tortura y violencia institucional, la reincorporación al pabellón de las personas que permanecen en celdas de aislamiento, el respeto irrestricto a los procesos institucionales y el pronto esclarecimiento judicial de lo ocurrido.