El trabajo se realiza en la Escuela que funciona dentro de la cárcel y la agente Elizabeth Márquez es quien lo ideó y coordina las labores Alberto, el interno que es instructor y ejecuta el proyecto desde hace ocho meses.

Alberto tiene una vasta experiencia en Braille, ya que participó en talleres en las Unidades Nº 24 de Florencio Varela y Nº 2 de Sierra Chica, donde estuvo detenido y pudo capacitarse. “Uno de los objetivos primordiales de estas clases es la socialización de las personas privadas de la libertad y el vínculo con Instituciones que se encuentran fuera del ámbito penitenciario” comentó Alberto.

Los materiales con los que trabajan provienen de donaciones de instituciones y de Elizabeth, quién los acompaña en la labor.

Entre las novedades que resaltó Alberto está la iniciativa de haber comenzado a preparar trabajos prácticos en relación al cuerpo humano, la construcción de mapas y la realización de materiales específicos y puntuales requeridos por la Escuela.

Elizabeth hizo referencia a la incorporación de nuevos alumnos, además de la encuadernación de libros que se están realizando para las instituciones que trabajan conjuntamente con este taller, contactos que se realizaron por medio del director de la Biblioteca Nacional para Ciegos, Marcelo Calvo, quien próximamente realizará una visita a la Unidad 30.

Otro de los alumnos, Víctor, comentó que él ya había participado en algunos  proyectos de Braille, entre ellos “Yo te ayudo a ser tus ojos” y “Tactos del corazón”, a los cuáles asistió en las Unidades Nº 42 de Florencio Varela, 13 de Junín y 35 de Magdalena.

Hace un tiempo atrás, Elizabeth y los integrantes del taller recibieron una carta de agradecimiento proveniente de la Escuela Especial Nº 501 de 25 de Mayo, quienes destacaban “queremos agradecerles por su dedicación y ayuda al Servicio de Ciegos y Disminuidos Visuales de esta Escuela.

Contamos con alumnos Disminuidos pequeños y uno ciego de ocho años, no imaginan su felicidad al leer y trabajar con el material que ustedes elaboran”, palabras que resultan un combustible ideal para continuar trabajando solidariamente.

La dirección actual de la cárcel, a cargo del Prefecto Manuel Guevara, continúa apoyando estas iniciativas, aportando ideas y coordinando las tareas y los vínculos con la comunidad.